La cuarentena que estamos viviendo, nos ha puesto a cara a cara con alguien que hemos estado ignorando por mucho tiempo: a nosotros mismos. O mejor dicho a nuestro egō.
Sin meternos mucho con Freud y el psicoanálisis, nuestro “yo” es quien da el discurso interno y nos relata, desde nuestro punto de vista, la realidad, cómo la asimilamos y cómo se supone que reaccionamos ante ella. Actuando como mediador entre el id (pulsiones y deseos) y el super-ego (nuestra conciencia moral y la idealización de nosotros mismos). Wikipedia
Sin embargo, al ser presentados con una situación extraordinaria como la cuarentena, nos damos cuenta que nuestro ego no está funcionando y es el id quien ha llevado las riendas todo este tiempo. Y ahora debido al aislamiento, no podemos satisfacer al id como lo hemos acostumbrado y entramos en crisis. Sucumbimos a las compulsiones. Sufrimos de ansiedad. Un síntoma quizá, de algo más profundo que está sucediendo en nuestra psique y que ahora se manifiesta de esta forma. Ver: https://biturl.top/2q6zIn
La realización del ego está en actuar de manera de acorde al super-ego, es decir, ser la mejor versión de nosotros mismos. Pero para ser la mejor versión de nosotros mismos, tenemos que tener un norte, un plan y disciplina. Esto solo se logra al brindarle las herramientas correctas al ego para que día a día actúe de acorde al super-ego y así encontrar realización en el propósito.
Es importante que identifiquen estas conductas para que podemos pasar a lo siguiente.
Vivir con propósito:
Para vivir con propósito, primero necesitamos definir metas a corto y largo plazo. Las metas pueden ser recurrentes o no tener un fin específico, como por ejemplo “comer sano”. Lo importante es que sean metas que dependan el 100% de nosotros mismos. No podemos incluir una meta que dependa de la voluntad de otra persona porque eso escapa de nuestro control.
Una vez tengamos esas metas claras, las apuntamos en un lugar donde las veamos todos los días. Ese será nuestro norte.
Lo siguiente es planear cómo ejecutar día a día las actividades que nos van a ir acercando cada vez más a nuestras metas.
Un método muy sencillo que encontré en algún lugar del internet, para dividir el día en actividades que nos acerquen a una vida con propósito, es el siguiente:
Máximas para el día a día
- Todos los días, haz algo productivo:
- Ej: Trabajar, educarse en su profesión, limpiar y/o ordenar la casa, reparar algo dañado, cocinar algo nuevo, hacer ejercicios etc. En resumen se trata de hacer algo que genere valor o rescate el valor de algo necesario.
- Todos los días, haz algo edificante:
- Ej: Aprende algo nuevo (un idioma, una habilidad, un oficio). Lee un libro con valores. Haz algún acto de caridad. En resumen, se trata de hacer algo que construya el carácter y el espíritu. Esto también incluye hacer algo creativo como escribir, pintar, tocar o hacer música, etc. Cualquier forma de arte. También es edificante cultivar relaciones positivas con personas que están en sintonía con nuestras metas e ideales.
- Todos los días, haz algo entretenido:
- No todo en el día a día puede ser trabajo y oficios, es importante tomarse un tiempo para relajarse y disfrutar la vida, compartir con seres queridos, sin agendas, sin presión, solo existir juntos y estar agradecidos por ello.
Para ejecutar satisfactoriamente estas actividades todos los días, se requiere disciplina y autocontrol. Sin embargo, es importante saber que la mejor disciplina, nace de la fuerza de voluntad. No es lo mismo ir todos los días al trabajo arrastrando los pies porque necesitas el dinero, que ir con una buena actitud porque entiendes que la labor que haces cumple una función dentro de las actividades que impulsan tus metas.
Para concluir, no se trata de que ahora vayamos a llenar nuestra agenda de mil actividades y ocuparnos todo el día en listas de quehaceres interminables para acumular buen karma y liberarnos del estrés y la ansiedad. Tampoco se trata de proponerse cambios radicales a nuestro estilo de vida.
Se trata de avanzar un poco cada día. Este es el método Kaizen apropiado al desarrollo personal. Mejorar un 1% cada día. Si puedes más pues enhorabuena, pero con que hagas solo el 1% ya es suficiente y está bien.
Es bueno ser exigentes y disciplinados con nosotros mismos, pero también hay que ser compasivos. No todos los días estarás a tu 100% y quizás no logres cumplir con tus actividades siempre. No importa que falles, que te de pereza, o te equivoques, lo que importa es que vuelvas, te levantes y continúes con tu misión por ser la mejor versión de ti.Y quizás lo más importante es que encontremos la felicidad en lo que hacemos y no en los resultados. Si nuestras metas son buenas y somos constantes, los resultados llegarán. En este caso hay que aprender a ser como Sísifo y encontrar la felicidad en la actividad y no en el resultado.