Después de tragedias mundiales como el ataque a las torres gemelas, el terremoto de Haití y Chile y los maremotos de Asia y Japón; he estado divagando en la probabilidad de que pase una tragedia similar en nuestro suelo patrio. Y no es para menos, somos un país estratégicamente ubicado y convenientemente pequeño para ser el objetivo de cualquier ataque terrorista por controlar el Canal de Panamá; además estamos cómodamente sentados sobre la unión de tres placas tectónicas, ningún otro país en el mundo tiene estas propiedades y todo esto sin querer mencionar mucho la inestabilidad política y social que se vive semanalmente.